Esta mañana abrí los ojos desde mi cama y noté algo raro. Tardé un minuto en terminar de despertarme y ser consciente de lo que me rodeaba: en mi habitación había un montón de monos.
Llegué a dudar si estaba realmente en mi habitación o si, a causa de los excesos de la noche anterior, había terminado en el zoo municipal. Pero no, era mi cuarto. Lleno de monos.
No hacían ruido, no olían mal, prácticamente no se movían. Simplemente estaban allí mirándome; eran muchos monos.
Parecían simpáticos, la mayoría eran chimpancés y primos lejanos suyos. También había algunos lemures. De muchos tamaños, unos delante de otros, unos sobre otros, de tal forma que no era capaz de ver un centímetro cuadrado de las paredes, tal era la cantidad de monos.
Me moví despacio, incorporándome en la cama y metiendo mis pies en las pantuflas. Ellos no se movían, sólo me miraban. Me puse en pie y salí al pasillo. Donde también había un montón de monos.
Continué mi camino, despacio, observando, atento a cualquier movimiento de los simios, avanzando por el pasillo hasta el cuarto de baño, que también estaba lleno de monos.
Me quedé de pie unos segundos, meditando la situación. Necesitaba intimidad para realizar mis tareas matutinas, pero allí había muchos monos.
Decidí que era hora de hacer algo. Así que alzando la voz, dije "¡Fuera de aquí, monos!". Comenzaron a salir, andando de forma elegante. No como suelen moverse ellos, sino como personas. Lentamente, los de arriba se deslizaban sobre los otros hasta el suelo e iban saliendo, los pequeños primero. Los más grandes quedaron atrás, ya que servían como columna al resto de la estructura de monos. Salían en fila, en perfecto orden; los hombros rectos, las piernas estiradas, los brazos acompasados. Así iban desalojando el cuarto de baño, uno tras otro, todos los monos.
El último, mientras atravesaba el arco de la puerta, se giró hacia mí y, antes de cerrar la puerta, dijo: "Cuando termines utiliza la cisterna, por favor. Sé que no lo haces mucho, pero confio en que sabrás usarla." Malditos monos...
viernes, 16 de abril de 2010
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2 comentarios:
con lo monas qeu quedan las cosas en el baño
Líbrate de ellos cuanto antes. Sobre todo de ese último. Verás que ganas en intimidad y en espacio.
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