martes, 15 de diciembre de 2009

Jiménez-Giménez en la carretera

El guardia de tráfico vio a un hombre en la carretera caminando hacia él. Parecía, a judgar por la suciedad de sus zapatos y las marcas de sudor de su camisa, que había andado un buen tramo mientras los conductores que pasaban a su lado tocaban el claxon y le gritaban piropos desde sus vehículos -excepto los camioneros, que le saludaban con la frase 'La lluvia en Sevilla es una maravilla' mostrando una dicción perfecta mientras se quitaban la gorra e inclinaban la cabeza brevemente- pero en cambio hacían caso omiso de sus peticiones para que lo llevaran unos kilómetros o le echasen una mano.

Cuando Jiménez-Giménez, que era el autoestopista forzoso, estuvo suficientemente cerca para mantener una conversación, el agente le preguntó si necesitaba ayuda, a lo que respondió:

- Pues sí, verá: me han robado el coche a punta de escopeta.

El guardia pareció sorprendido y le comentó que aquella era una comarca tranquila en la que no ocurrían cosas de este tipo, más propias 'de la ciudad' según su opinión. A continuación tomó su libreta y un bolígrafo de tinta rosa, al que quitó el capuchón con la boca para escupirlo a unos metros de allí un par de segundos antes de que explotara, y se dispuso a tomar nota detallada de lo que había sucedido. Comenzó preguntándole los datos básicos: nombre, lugar de residencia, matrícula del vehículo, posición preferida para dormir, etc. Después le pidió que le detallara lo ocurrido, así que el turista accidentado comenzó el relato:

 - Iba yo conduciendo tranquilamente, disfrutando de las curvas y las contra curvas, y en ocasiones también de las rectas y los cambios de rasante, cuando al salir de una curva apareció un árbol caído atravesando la carretera, así que me detuve -el policía asentía de forma comprensiva-. En ese momento saltó un individuo desde detrás de un arbusto y se colocó junto a mi ventanilla. Me encañonó con una escopeta de caza y me hizo ver que quería que subiera las manos donde pudiera verlas y me bajara del coche, así que eso es lo que hice, claro.

 - Claro, claro -asentía el policía mientras tomaba notas-. ¿Podría describir al individuo? ¿En qué dirección se marchó?

 - Pues fue campo a través, le perdí la pista cuando tomó un camino entre los árboles, hacia allá -señaló el otro lado de la carretera-, unos kilómetros atrás. Y sobre el tipo... pude hacer una foto con el móvil antes de perder el coche de vista. Sacaba la cabeza por la ventanilla, así que se le ve fácilmente, mire -le mostró la imagen en su teléfono-.

 - Hmmm... parece... un ciervo, ¿no le parece raro que le robase su coche un ciervo?

 - Sí, a mí también me ha parecido raro cuando lo he pensado después, sé que les gustan los coches grandes, pero este parece un poco desequilibrado, fíjese cómo berreaba que incluso se aprecia en la fotografía*.

 - Sí, sí, espero por su bien que no sea cantante, porque a ese ritmo se habrá dejado la voz en cinco minutos. Por cierto, bonito Porsche 911. Es el modelo clásico, ¿verdad? ¿Hace mucho que lo tiene?

 - Cierto, el clásico. Lo heredé de un tío lejano el año pasado, él lo había comprado... unos veinticinco años antes.

 - Nunca pasan de moda... será mejor que avise a la central para que avisen a los compañeros que estén en carretera: que hagan controles a todos los vehículos conducidos por ciervos. -Acercándose el micrófono del comunicador y apretando el pulsador, comenzó la transmisión- Central, aquí el agente Bronson, al parecer un ciervo armado con una escopeta de caza y con posibles problemas mentales ha robado un Porsche 911 del... -Jiménez-Giménez se dio cuenta demasiado tarde de que el agente sería capaz de realizar el cálculo del año en que su tío compró el deportivo- aproximadamente del ochentaytrés






-*Fotografía del sospechoso huyendo del lugar de los hechos- 

3 comentarios:

la almáciga dijo...

Receta para cazar un ciervo macho en plena berrea conduciendo un vehículo de gran cilindrada:
1) Vista a un Guardia Civil de civil, valga la redondez. Para mayor efectividad, seleccione un miembro femenino (no, no se trata de un oxímoron, mal pensados).
2) Móntelo en un Yaris
3) Colóquele una L en la parte de atrás (del Yaris, no del miembro de la Benemérita)
4) Haga circular al vehículo por la M40 a su velocidad máxima permitida: 80km/h, por el carril de la derecha

Ahora, no tiene más que esperar a que se aproxime a una salida de la autopista, para que comience la caravana de ciervos que, situados detrás del Yaris, y pudiendo usar el carril de la salida existente a su derecha,
1)insistirán en pegarse al vehículo cebo,
2)darán ráfagas de luces largas,
3) acelerarán,
4)cambiarán al carril izquierdo sin usar intermintente,
5) berrearán y gesticularán como en época de celo
6) y realizarán un cruce de dos carriles pasando por delante del Yaris a menos de un metro y alcanzando la salida indefectiblemente cruzando la línea contínua.

Marta dijo...

Judgar? para eso te he pagado todos esos colegios privados?

El Caballero que dice Ni dijo...

Pues sí: 'judgar', es viejuno pero válido.
Eso no quiere decir que no haya sido un patinazo a la hora de escribir, porque yo tampoco sabía que esta forma era correcta...