Leslie y Terry

Dos tipos de mediana edad entran en el vagón por puertas diferentes. Al no haber asientos vacíos, se quedan de pie. Un minuto después un señor mayor se levanta y se dirige a una salida mientras los dos primeros se mueven para ocupar el puesto del tercero rápidamente hasta encontrarse cara a cara delante del hueco que ha quedado entre dos viajeros. Entonces, uno de los que iba a sentarse le dice al otro:

- ¡Mira detrás de ti! ¡Un mono de tres cabezas! - y aprovecha para sentarse tranquilamente mientras el otro se gira. Al darse cuenta del engaño, se enfurece rápidamente.

- ¡Falsario! ¡Maldito seáis tú y tu estirpe de alimañas embusteras! - le increpa apuntándole con el índice, el brazo temblando de pura rabia. - ¡Sierpe mentirosa! ¡Ojalá te pudras en el más profundo de los infiernos durante dos eternidades consecutivas!

- ¿Dos eternidades consecutivas? ¿Y quién va a estar allí para que las cumpla? ¿Tú?

- ¡Con mucho gusto!

- ¡Vaya! Sí que me debes querer, si pasarías tanto tiempo en el infierno por estar conmigo. Pero lo siento, creo que esta relación está yendo demasiado rápido, acabamos de conocernos y no quiero comprometerme...

- ¡Aaargh! - Entonces, aunque era pleno verano, el que estaba de pie saca un guante del bolsillo y abofetea al otro.- ¡Le reto a usted a un duelo, señor! ¡Elija la disciplina!

- Muy bien... ¿qué te parece... Piedra, papel, tijera?

- ¡Sea, pues!

Entonces, los dos esconden su manos, a la voz (el grito, en el caso del que permanece de pie) de "Piedra, papel, tijera" y muestran sus armas. El agraviado deja escapar un nuevo grito de furia.

- ¡Noooo! ¡Imposible! - añade.- ¡He perdido un duelo! ¡El primero de mi familia después de trece generaciones! ¡Qué gran deshonra! Ahora sólo puedo hacer una cosa... - dice mientras busca algo en el otro bolsillo de su pantalón, a la vez que el otro hace lo mismo.- ¡Pedir una ayuda para estos dos humildes cómicos!

- ¡Muchas gracias por su atención! ¡Que tengan un buen día!