Continuamos relatando la infancia de El Caballero que dice Ni, en un intento de explicar la psique de este individuo para satisfacer la curiosidad de algunos lectores:
Durante su infancia, el Caballero -cuando no tenía tal rango, ni tan siquiera el de El Escudero que dice Ni- fue educado con gran severidad para que llegara a ser la parodia de ser humano que todos conocemos. La base de tal educación era un sistema de castigo/premio, palo/zanahoria... -llámese como quiera- que se podría resumir de la siguiente forma:
- Mostrar sentimientos: Golpe de Remo*.
- Decir algo que no fuera una chorrada/chiste/gracia: Golpe de Remo.
- Haberse portado bien durante todo el día: No-Golpe de Remo.
El objetivo final que perseguían sus tutores es que se educara con excelencia y finalmente fuera a la universidad a estudiar una diplomatura que por aquel entonces contaba con pocos profesionales titulados: bufonismo. Pero lo que no sabían sus educadores es que hubo un cambio en los planes de estudios de las universidades del país -allá por el siglo XVI- por el que se retiró esta titulación: éste era el principal motivo por el que había tan pocos bufones titulados a finales del siglo XX. Al no poder estudiar aquello para lo que se había preparado durante toda su infancia y adolescencia, El Caballero eligió otra titulación, aparentemente al azar -especialmente analizando los resultados que obtuvo-: aquello debió hacerle mucha gracia a Destino, porque aún hoy se ríe a mandíbula batiente cuando se acuerda del tema.
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*Golpe de Remo: la mayoría de los lectores habrán reconocido la referencia, pero en caso negativo les remitimos a este vídeo explicativo
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