viernes, 19 de febrero de 2010

Pinchazo en la autopista

No hay nada como llegar tarde para tener algún retraso imprevisto. Como ejemplo, el de un importante directivo de una empresa multinacional del sector de las telecomunicaciones, que en un viaje relámpago para asistir a una importante reunión sufrió un pinchazo en una rueda mientras viajaba por la autopista sideral. Se echó a un lateral de la vía -que estaba a una distancia de varios años-luz- y se dispuso a cambiar el neumático averiado. Por desgracia no encontró el gato en el maletero: se estuvo lamentando unos minutos hasta que se le acercó un humanoide que paseaba por allí y que, por suerte, llevaba un gato en un bolsillo interior de su sombrero. Se lo prestó para poder elevar el lateral del coche, cambiar la rueda pinchada por la de repuesto y así poder llegar a su destino.
Desde allí, y en cuanto puedo, le envió un burofax multimedia en que cantaba una jota como agradecimiento al individuo que le ayudó. Lo acompañó de una caja con media docena de huevos de codorniz para el minino.

4 comentarios:

Lou dijo...

¡me encanta el gatoooooo! ¡jajajaj! huevos de codorniz....

swift dijo...

me lo he tenido que leer tres veces, uno que es lento, si no es por la otra comentarista, como que ni me entero, pero estoy empezando

El Caballero que dice Ni dijo...

nos alegramos de ver caras nuevas por aquí, esperamos sus opiniones

l.v. dijo...

vivan los gatos!!!